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domingo, 14 de noviembre de 2021

A propósito de Nicaragua: el diablo vendiendo cruces

  A propósito de Nicaragua: el diablo vendiendo cruces

Santiago, 13 de noviembre de 2021.

Patricio González

Economista


El pasado fin de semana (7 de noviembre) hubo elecciones presidenciales en Nicaragua, donde Daniel Ortega es reelecto con más del 60 % de los votos emitidos. Sin embargo, la prensa reaccionaria del país informa sobre la declaración del gobernante chileno, Sebastián Piñera, la que señala, al respecto, que el gobierno chileno "rechaza y no reconoce la legitimidad de las elecciones realizadas en Nicaragua, las que apuntan a eternizar a Daniel Ortega y Rosario Murillo en el poder consolidando un régimen dictatorial".1

Además indica que "La jornada se realizó en el contexto de graves violaciones a los derechos humanos, encarcelamiento de líderes y candidatos opositores, represión de los partidos independientes, persecución sistemática a los líderes y organizaciones de la sociedad civil, ausencia de observadores internacionales y bloqueo a los medios de comunicación"2, entre otras cosas,

Resulta irrisorio y pueril ver cómo el gobierno y el Presidente chileno se expresan sobre la presunta violación de los DDHH, cuando en Chile, a lo menos desde octubre de 2019, se han violado salvajemente los DDHH de cientos de compatriotas, reventándole sus globos oculares, asesinando a manifestantes, torturándolos e hiriéndolos. De acuerdo a Interferencia, “Más de 11.300 personas fueron detenidas y 2.500 encarceladas en Chile durante el estallido social entre octubre de 2019 y marzo de 2020, calcula el informe mensual del Instituto de Derechos Humanos de Chile (INDH). Para abogados y familiares de los presos, se trata de un instrumento de represión política”3 de acuerdo a lo señalado por el citado portal.

Se informa que muchos de esos detenidos aún están en internación provisoria, sin embargo, el gobierno chileno señala que en Chile no hay presos políticos. “El ministro del Interior, Rodrigo Delgado, reiteró que en Chile no existen presos políticos, tras la postura planteada desde la presidenta de la Convención Constitucional, Elisa Loncón, para que el órgano establezca una postura sobre la posible liberación de las personas detenidas en Chile tras el denominado estallido social.”4

Por decir lo menos, es paradojal que un gobierno, como el chileno, violador contumaz de los DDHH en nuestro país, se refiera a otro, al nicaragüense, como “régimen dictatorial”, de “graves violaciones a los derechos humanos, encarcelamiento de líderes y candidatos opositores, represión de los partidos independientes, persecución sistemática a los líderes y organizaciones de la sociedad civil” durante las jornadas previas a la elección, sin entregar ni un dato confiable de aquello. Este comportamiento del gobierno de Piñera expresa el conocido refrán de “el diablo vendiendo cruces”, pasando a llevar todos los principios de autodeterminación de los países, de la autonomía de éstos para resolver sus problemas sin injerencia alguna extranjera, teniendo además tejado de vidrio, considerando toda la represión que este gobierno ha ejercido en Chile, donde inclusive se prevé una acusación ante la el Tribunal de La Haya.

El 11 de noviembre de 2021, el Partido Comunista, junto a otros 4 organizaciones políticas y al Partido Igualdad emitieron una declaración pública5, donde, entre otras cosas, señalan: “El gobierno de Chile comete un nuevo error al desconocer el proceso electoral de la República de Nicaragua, realizado el 7 de noviembre de 2021, ¿Qué viene ahora, la ruptura de relaciones?. Un asunto es disentir de un proceso, y otra es sumarse a los dictámenes del gobierno de Estados Unidos, cuya injerencia en contra de la voluntad de los pueblos es práctica usual en el mundo entero”. Indica más adelante que que “el pueblo nicaragüense concurrió masivamente a las urnas para elegir democráticamente a sus autoridades …. de acuerdo a su institucionalidad y leyes vigentes...”, donde participó más del 68 % del electorado. Más adelante señala que se podrá criticar cómo se desarrolló el proceso e inquirir al respeto a los DDHH acorde a los mecanismos de orden internacional vigentes al respecto, haciendo hincapié que son los propios habitantes de cada país los que deben resolver sus controversias sin injerencia extranjera.

Señala más adelante que Andrés Allamand y el Presidente Sebastián Piñera buscan “sumar a nuestro país a la “política de agresión y sanciones unilaterales que encabeza Estados Unidos y sus aliados europeos en contra del pueblo y del gobierno de Nicaragua. El presidente de Chile es responsable de la violación sistemática de los derechos humanos y de la permanencia de presos políticos. Pero es el pueblo chileno el que enfrenta y seguirá enfrentando esta situación”6.

A todas luces, la declaración de esas fuerzas de izquierda es rechazar en su forma y contenido la declaración del gobierno chileno frente a las elecciones nicaragüenses, basado en la doctrina de autodeterminación de los Estados y la no intromisión en los asuntos internos de otro país, norma básica de coexistencia pacífica de los países y, por otra parte, por el mismo hecho de que el gobierno chileno dista mucho en implementar lo que exige a otros Estados, como es el respeto irrestricto a los DDHH, Por otro lado, tiene que ver cómo se entienden algunas prácticas o exigencias a las políticas internas de otros países.

Desafortunadamente, alguna personalidades chilenas, haciéndose eco de la campaña del Imperio y de sus secuaces nacionales, han criticado dicha declaración de las fuerzas de izquierda, esgrimiendo prácticamente los mismos argumentos de las fuerzas reaccionarias del continente contra los procesos revolucionarios de Cuba y Venezuela y, ahora, contra Nicaragua

Se habla de Democracia, de más Democracia. Sería bueno saber de qué democracia se habla. ¿De la “democracia” de una turba asaltando el Capitolio de EEUU, situación promovida por el mismo Trump?. ¿Será la “democracia” de EEUU bombardeando e invadiendo cualquier país que se le ocurra o imponiéndoles sanciones económicas (con diversos países asiáticos, con Cuba, Venezuela y otros países, antaño con Chile para la nacionalización del cobre, etc.)?. ¿De la “democracia” de EEUU y las burguesías “nacionales” promoviendo cuantos golpes de estado se les ocurra (por ejemplo, el caso chileno, documentado fielmente en el documental “La batalla de Chile”)?. ¿De la “democracia” de EEUU para mantener ursurpado por la fuerza territorios que no le corresponden, como la base militar instalada en Guantánamo, Cuba?.

Se habla del respeto a los DDHH. ¿Será el “respeto a los DDHH” ejercido por el gobierno con la mutilación ocular que han sufrido decenas de compatriotas desde el estallido social a la fecha, además de la brutal represión recibida, incluyendo más de 20 chilenos asesinados por las carabineros y FFAA o del “irrestricto respecto” por parte de Piñera y otros ex gobernantes chilenos frente a nuestros pueblos originarios, especialmente contra la Nación Mapuche y la ursurpación de sus territorios, entre otros?. ¿Podrá ser el “respeto a los DDHH” por parte de EEUU a la población negra, latina y otras en ese país, o hacia los migrantes, incluida la separación forzosa de sus niños?.

El Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN) liberó a Nicaragua de una de las más largas y sangrientas dictaduras de América Latina: la de Somoza. Para eso, el pueblo nicaragüense y el FSLN sufrieron innumerables pérdidas humanas. Posteriormente debieron enfrentar a la “Contra”, paramilitares entrenados y financiados por EEUU para derrocar al Gobierno Sandinista, Más tarde los Sandinista llamaron a elecciones, resultando electa en 1990 Violeta Chamorro, candidata de la oposición al Sandinismo. Ella ejerció la primera magistratura hasta 1997, habiendo posteriormente 2 presidentes opositores al FSLN. El 2007 recupera la Presidencia el FSLN con Daniel Ortega. Durante todo el período donde Nicaragua ha sido gobernada por el FSLN ha sufrido el asedio y boicot del imperialismo norteamericano, apoyado éste por la oligarquía nicaragüense y los ex Contras.

Más allá de las dificultades y errores cometidos, el pueblo nicaragüense mayoritariamente apoya la Revolución Sandinista y ha logrado alcanzar cierto desarrollo, a pesar de todas las trabas impuestas por EEUU, similar a lo que el Imperio ha hecho con Venezuela, con Cuba, con su apoyo a los golpistas bolivianos contra Evo Morales y otros innumerables casos. ¿De esa “democracia” estamos hablando?, ¿de ese “respeto” a los DDHH?.

La presión ideológica, política, económica y mediática de EEUU hacia América Latina y otros continentes es inmensa y penetra en algunos sectores de la sociedad. Chile no es la exepción. Se ha hecho creer a parte de la ciudadanía que la dictadura pinochetista fue derrotada por un lapiz y un hoja de papel (el voto), el gobierno de Lagos fue a buscar a Pinochet a Inglaterra porque estaba “viejito” y enfermo, quedando en ridículo cuando el tirano, tal cual Lázaro, se pone de pie una vez aterrizado el avión y deja en evidencia su “débil condición física y sicológica”.

Cuando se conocen las citadas declaraciones de alguna personalidades de izquierda y progresistas, es dable pensar que todo ese gran poder mediático del Imperialismo y sus aliados “nacionales” hace mella incluso en esos segmentos sociales, olvidándose que todo intento de cambio progresista generará una brutal resistencia de los grupos reaccionarios nacionales e internacionales, llevándolos incluso a bombardear La Moneda (como fue el caso chileno) para poner fin, por esos medios absolutamente nada de democráticos, al gobierno legítimo de Salvador Allende. Ejemplos como este hay cientos en todo el mundo en el siglo XX y en lo que va corrido del actual. En esos momentos, la derecha política y económica renuncia incluso a su “democracia burguesa” con tal de mantener sus privilegios y su poder económico y tratará de aplastar por cualquier medio los gérmenes de un incipiente democracia popular. Solo basta conocer la historia más reciente de la Humanidad.

Por otra parte, esas opiniones vertidas por algunas personalidades progresistas, de izquierda, rompen con las característas en el accionar de partidos o fuerzas políticas de izquierda, las que en general evitan mostrar públicamente divergencias sobre los temas de la contingencia. En la jerga de esos partidos se pasa a llevar la Unidad de Acción y el Centralismo Democrático, y se asemejan más a incipientes comportamientos socialdemócratas, lo que ha llevado en otros países a la desaparición de esos partidos o a una expresión insignificante en la vida política de esos Estados.

Hoy en día, la Revolución Sandinista requiere la más amplia solidaridad del mundo, lo mismo Venezuela, Cuba, Bolivia y otros países latinoamericanos y de otros continentes que están construyendo sus modelos de desarrollo en forma independiente, en beneficio de sus pueblos, y que son permanentemente atacados por diversas formas por EEUU y otros países capitalistas de Europa. Sus situaciones internas tienen y deben resolverse sin la injerencia de las potencias extranjeras.

Ya que los chilenos sufrimos de estos ataques durante el Gobierno Popular, el cual fue derrocado “democráticamente” a base de bombardeos, detenciones, asesinatos, detenidos desaparecidos hasta el día de hoy, exilio, torturas, etc., debemos prestar nuestra mayor Solidaridad con esos pueblos que buscan independientemente desarrollarse y rechazar las acciones de EEUU y sus aliados contra estos pueblos. Es un compromiso popular que debemos asumir en retribución a la gran solidaridad que recibimos en los oscuros tiempos de la dictadura y que todavía recibimos.

2Idem

5Ver: Idem

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